martes, 6 de diciembre de 2011

Segundo Seminario - Taller || Relatoría ||


LABORATORIO DE INVESTIGACIÓN – CREACIÓN CALDAS
ACCIONES DE ENCUENTRO
2011

SEGUNDO SEMINARIO – TALLER
26, 27 y 28 de noviembre de 2011

El proceso y el oficio
Encuentro con Patricia Triana y William Vásquez

Presentación
Se espera trabajar en torno al artista a su proceso y a su materia a partir de lo que se ha adelantado ya sobre la obra. Se invita a los participantes a poner en común sus materiales habituales de trabajo. Aquello que consideran su materia plástica y con lo que configuran su obra. Este trabajo supone disponer los materiales, nombrarlos, reconocerlos y por supuesto reflexionar sobre ellos.
Cada artista tiene una experticia que ha desarrollado a partir de manipular sus materiales, técnicas, ideas y reflexiones. Preguntarse por el oficio como un elemento importante en el proceso creativo, resulta aquí otro aspecto del laboratorio.
El taller del artista es el lugar, el modo de pensamiento, el espacio de la experiencia en donde se construye la posibilidad de que la obra acontezca. En realidad, es el lugar en donde, a través de una actividad sistemática y crítica, se validan unas preguntas y una forma de indagar en ellas que el artista, desde su propia experiencia, ha elegido como significativas.

Objetivos

Iniciar una búsqueda que haga posible la revelación del quien, el artista que está detrás de la obra.
- Propiciar el espacio para la revelación de lo que cada artista considera su materia plástica.
- Trabajar colectivamente en el dialogo entre artistas en torno a los temas propuestos.

Metodología
Trabajo a partir del diálogo, ejercicios colectivos e individuales, registro de las actividades, evaluación colectiva y permanente.

Actividades
  1. Introducción. Presentación del segundo encuentro empalme con el primero. Formas de abordar la pregunta por el artista y sus materiales.
  2. La mirada. El reconocimiento y la revelación del artista requieren una mirada crítica particular que se construya a partir de las imágenes que ya se tienen y las que aún están por construir.
  3. Labor. La diferencia entre trabajo y labor. El proceso, el oficio y la permanencia como elementos fundamentales de la práctica artística.
  4. Puente. Pasar de la obra al artista y de la obra a su esencia: la materia plástica de cada quien. Pasar de un lugar a otro, de un momento a otro, tender puentes.
  5. Escaparate. Cada quien tiene su escaparate, ¿qué hay en él? Como se disponen las materias y los objetos que están allí.
  6. Cruz. Las relaciones entre las materias y la forma en que se trabajan. Cruces metodológicos, prácticas, formas de restablecer enlaces que se encuentran rotos y que naturalmente estarían en conexión.
  7. Territorio. El artista se inscribe en un territorio en el cual también se inscriben sus materias y sus procesos, parte de reconocer y revelar al quien, revelar el territorio.



RELATORÍA

Sábado 4:30 p.m.
Se da inicio al Segundo Seminario – Taller del Laboratorio. Se presentan los talleristas Patricia Triana y William Vásquez. Se propone una reflexión sobre la percepción del trabajo propio de cada artista a partir de una mirada crítica particular. Se plantea el ejercicio utilizando una imagen en la cual los principales elementos son aquellos elementos que el artista considera sus materias plásticas.
Durante las primeras dos horas de trabajo se hace una presentación del concepto de imagen dialéctica derivado del pensamiento de Walter Benjamin a partir de las fotografías de dos fotógrafos de finales de siglo XIX y comienzos del XX: Eugene Atget(Frances) y Alexander Rotchenko (Ruso).
Durante esta presentación se hace énfasis en la mirada crítica según la cual es posible ver una realidad habitual a la cuál estamos acostumbrados simultáneamente con una que no habíamos pensado o que se hace con un sesgo particular, que está por ser pensada. Ambas de manera superpuesta permiten la aparición de una tercera en la cual es posible descubrir aspectos que se revelan a nuestros ojos y nos permiten enriquecer aquella lectura inicial.
Los artistas mencionados hacen este trabajo evidenciando ciertos aspectos del cambio que surge alrededor suyo, en el territorio del cual hacen parte, en un mundo que empieza a percibirse a partir de sus imágenes como moderno.
En el caso del trabajo de los participantes se espera construir a lo largo de los tres días de trabajo esta relación de imágenes en las cuales el diálogo y la interacción de todos permitirá ahondar en ese carácter crítico de la reflexión.
Para terminar la jornada se revisa el ejercicio de planteamiento inicial de la imagen habitual que cada uno tiene de si mismo y se hace un trabajo de puesta en común.

Domingo 9:00 a.m.
Durante la mañana se continúa con el ejercicio de construcción de la imagen crítica del trabajo de cada quien haciendo énfasis en la importancia de que el proceso sea la parte más importante de la reflexión y no únicamente la obra como producto final.
Cada participante presentó su imagen y se les pidió una breve reflexión sobre lo que sucedió de un día para otro en ese proceso de construcción de la imagen. Se realizó un registro fotográfico con el cual se buscaba revisar el proceso del ejercicio. Este ejercicio de registro lo hicieron los talleristas y fue su mirada la que insertó el sesgo en la manera de ver inicial, haciendo énfasis en aspectos muy concretos de lo que aparece en las imágenes tales como la presencia del color, las texturas, los materiales, las herramientas etc. Los participantes hacen énfasis en los contenidos de aquello que buscan representar con sus imágenes o de lo que consideran sus búsquedas personales.
Antes de terminar la jornada se hace una última reflexión sobre la importancia sobre eso que constituye no sólo la obra sino fundamentalmente el proceso. Así mismo se hace énfasis en la necesidad de abandona momentáneamente el lugar desde el cuál se encuentra uno normalmente situado. Descolocarse para ver otros ángulos del asunto que nos ocupa.

Domingo 2.00 p.m.
En la segunda jornada del día se plantea a los participantes continuar y profundizar el ejercicio de la mirada al proceso de trabajo, utilizando como pretexto algunas imágenes - conceptos que permitan pensar en detalle ciertos aspectos de la práctica individual:
La labor: Un concepto que se deriva del planteamiento de Hanah Arendt, según el cual la vida activa del hombre puede ser pensada desde tres facetas diferentes: labor, trabajo y acción. Se hace énfasis en la labor con una forma de acción no encaminada a producir aparentemente cosas de utilidad práctica. Sino que tiene que ver con el permanecer haciendo algo que cuida lo fundamental: la vida.
En el caso del artista la labor se refiere a aquello que tiene que ver con el oficio y la exeperticia de la cual cada quien puede dar cuenta. Así mismo de aquellos asuntos en los que el artista permanece y se vuelven centro de su investigación.
El Puente: Se piensa como la posibilidad de reconocimiento de una dificultad, molestia o inquietud inicial que lleva al artista a buscar establecer una estrategia que le permita comprender algo de esa dificultad y establecer lazos con eso que está en lado opuesto de la dificultad que podría entenderse como el conocimiento o la comprensión. El puente no necesariamente resuelve el problema sino que mantiene la tensión pero permite que existan cruces de ida y vuelta.
Cruz: La imagen de la cruz da que pensar a cerca de aquellos nodos en los cuales se cruzan las tensiones importantes. Tiene que ver con aspectos que aparentemente son incompatibles entre sí, pero que no pueden evadirse porque hacen parte de todos los diferentes aspectos que interesan a la cotidianidad y el pensamiento del artista.
La idea de la cruz se refiere igualmente al reconocimiento de las fracturas identificables de aquello que está roto y debería restablecerse. La cruz implica una tarea, una relación que construir, un trabajo por desarrollar. Este trabajo implica reparar en la fractura para reparar aquello que está fracturado.
Territorio: Pensar esta imagen supone reconocer los lugares (ya sean físicos mentales o imaginados) de los que cada quién puede dar razón. Establecemos una red de relaciones entre lugares que determinan y son parte de las prácticas artísticas en las que participamos. Nombrar esos lugares, hacerlos conscientes es fundamental para pensar lo que fundamenta y constituye el trabajo del artista.
Todos estos conceptos se agrupan en “El escaparate”. Esta imagen se refiere a la conciencia de una estructura conceptual establecida por cada quien, en la que aparecen como en un archivo, en un museo o en una biblioteca, todos los elementos de que dispone el artista a lo largo de su proceso creativo y todos aquellos de los cuales está en búsqueda permanente y constituyen su investigación. Pensar en todo aquello que podemos considerar a la mano y que apropiamos a lo largo del reconocimiento y la experiencia constituye aquello que podemos considerar como instancia procesual. Es decir, como lugar donde ocurre el proceso que eventualmente puede dar lugar a la obra.
El ejercicio planteado, busca la construcción de este escaparate en una imagen primero como mapa conceptual y luego de manera concreta utilizando para ello materias, materiales y demás elementos que forman parte del trabajo del artista.

En la puesta en común, los comentarios sobre el ejercicio fueron:

Paula: (ver fotografía). Su escaparate está organizado a partir de dos ejes, el primero vertical, conecta la fantasía arriba, con la obra abajo. Este eje, es manifestación de su preocupación por la fe en uno mismo. El otro eje, horizontal, se refiere al tiempo, pasado, presente y futuro. También lo que ha quedado y permanece como memoria y lo que resulta deseable hacía adelante. Considera muy importante la idea del reflejo. En cuanto a lo concreto, unas cosas aparecen colgadas y otras sobre el piso, algunas son visibles y otras no. La manera en como todas están instaladas, implican el estado en que su proceso se encuentra actualmente.

Sebastián
Describe el proceso de creación de su escaparate como una búsqueda que identifica con el proceso en el que se encuentra actualmente. Destaca lo que fue en principio la selección de algunas cosas casualmente y el escoger aquello que viene siendo importante para él. Este proceso resultó inicialmente tedioso en un principio, pero al ir encontrando y asumiendo cada cosa que cree debe hacer parte de su estructura, se da cuenta de cómo es importante hacer consciente cada uno de los aspectos que constituyen su obra: la literatura que alimenta su pensamiento, sus hábitos cotidianos (fumar), los medios electrónicos, sus instrumentos de dibujo (sus lápices), etc.
Considera que el puente tiene que ver con el tiempo, la tensión se da entre el pasado y el futuro y lo que se puede llevar de un lugar a otro tiene que ver con la memoria. Para el es muy importante el concepto de labor en relación con el reconocimiento del color en su propia obra. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario